EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL BÁSICO PARA EL MANTENIMIENTO INDUSTRIAL

Las tareas de mantenimiento son imprescindibles, para poder trabajar de forma segura. Las máquinas, los equipos de trabajo y las instalaciones con el paso del tiempo y los usos van envejeciendo o desgastándose y pueden sufrir fallos o causar problemas de seguridad. Por eso, es necesario llevar un buen mantenimiento que pueda evitar posibles problemas o accidentes laborales. ¿Pero qué riesgos y condiciones hay que tener en cuenta a la hora de realizar tareas de mantenimiento?

Las tareas de mantenimiento atañen a todos los lugares de trabajo y a todos los sectores y niveles de la actividad. Y aunque el mantenimiento preventivo o correctivo se considera fundamental y es algo que se realiza con frecuencia, los riesgos que conlleva muchas veces no son tenidos en cuenta y no se les presta la atención suficiente.


Los principales riesgos que a las tareas de mantenimiento son:

  • Exposición a agentes químicos por inhalación y/o ingestión.
  • Exposición a agentes biológicos (hepatitis A y B, Legionella pneumophila, moho, hongos, …).
  • Exposición a radiaciones.
  • Exposición al ruido y a las vibraciones.
  • Exposición a fibras (Amianto o fibra de vidrio).
  • Proyección de fragmentos o partículas.
  • Intoxicación o asfixia en espacios confinados.
  • Riesgo eléctrico.
  • Incendios o explosiones.
  • Caídas a distinto nivel desde escalera manual por incorrecta utilización, mal estado…
  • Caídas al mismo nivel por suelos resbaladizos u obstáculos en zonas de paso (cables, material y herramientas).
  • Caídas de objetos por manipulación.
  • Choques contra objetos inmóviles (mobiliario, máquinas).
  • Cortes o pinchazos por herramientas.
  • Malestar ambiental por inadecuadas condiciones medioambientales.
  • Trastornos musculoesqueléticos (posturas, esfuerzos, manejo de piezas pesadas)
  • Estrés por presión horaria o por una mala organización del trabajo con horarios prolongados y/o irregulares o poco compatibles con la vida familiar y social.

Estos riesgos derivan en muchas ocasiones en accidentes laborales, siendo el mantenimiento una tarea con una tasa tan alta de accidentes. A la hora de poder prevenir estos accidentes e implantar medidas de seguridad existen también una serie de condiciones relacionadas con este tipo de trabajo que hay que considerar.

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Este tipo de trabajo se desarrolla en ocasiones en ambientes peligrosos y dinámicos. Teniendo que acceder a zonas peligrosas desprotegidas o a espacios confinados con atmósferas tóxicas, inflamables, explosivas o deficientes en oxígeno.

El mantenimiento conlleva una gran amplitud de tareas muy diversas, que implican generalmente gran complejidad y la necesidad de competencias, conocimientos y habilidades específicos. Las tareas se desarrollan también en diferentes puestos de trabajo y en ocasiones conllevan trabajo en espacios confinados o trabajos en altura. Toda esta variabilidad, unida en ocasiones a la falta de información previa, implica imprevistos y situaciones poco habituales que dificultan la preparación de las tareas y complican la preparación de la intervención.

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Por ello, para prevenir los accidentes es necesario prestar especial atención a una serie de condiciones internas y externas a la propia actividad de mantenimiento.

Condiciones Externas

• Técnicas: peligros del equipo, dispositivos de seguridad, accesibilidad, etc.

• Físicas: ruido, vibraciones, luz, temperatura, etc.

• Socioeconómicas: restricciones económicas, gestión de piezas de recambio, estado de las herramientas y disponibilidad de éstas, relación mantenimiento-explotación, etc.

• Organizativas: planificación, frecuencia de las intervenciones, procedimientos y métodos, planificación preventiva, gestión de las emergencias, gestión de las autorizaciones de trabajo, documentación, etc.

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Condiciones Internas

Características del grupo de personas trabajadoras: cualificación, experiencia y homogeneidad de las personas trabajadoras, autonomía del grupo, reglas, etcétera.

Características de cada persona individualmente: objetivos propios, deseos, carga de trabajo, insatisfacción, dificultad de comunicación, de cooperación, estatus, fatiga, etc.


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