PROTECCIÓN DE MANOS QUÉ ES Y CUÁNDO DEBEMOS UTILIZARLA

Más de una tercera parte de las lesiones incapacitantes ocupacionales que se producen en general, afectan a los dedos, las manos y los brazos; debido a la aparente vulnerabilidad, con frecuencia se necesita utilizar equipo protector.

Las manos son una de las partes más importantes del cuerpo al igual que todas las demás, sin embargo también son las que están más expuestas a los riesgos que existen en las empresas.

Para proteger las manos de los riesgos es necesario hacer uso de los guantes. Los guantes es un equipo de protección personal (EPP), que está diseñado para proteger total o parcialmente la mano, también puede cubrir el antebrazo y el brazo.


¿Para qué sirve?

La protección de las manos está diseñada para proteger de toda una serie de peligros, entre otros:

  • cortes y abrasiones;
  • temperaturas extremas;
  • irritación cutánea y dermatitis; y
  • el contacto con sustancias tóxicas o corrosivas.

Existen diferentes tipos de protección, en función de los peligros posibles. La más evidente son los guantes, que pueden estar hechos de una gran variedad de materiales. Las cremas protectoras también son un tipo de protección de las manos y pueden utilizarse para ayudar a mantener la higiene de la piel.

Recuerde: las cremas protectoras no ofrecen una buena protección contra la irritación cutánea y la dermatitis, que puede ser provocada por el contacto con aceites y otros productos químicos. No deben utilizarse en lugar de los guantes, sino como complemento de ellos. Para que resulten eficaces, hay que aplicarlas en las manos limpias, sobre las muñecas y por los antebrazos, antes de ponerse los guantes.

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¿Qué tipos existen?

La Norma Oficial Mexicana NOM-017-STPS-2008, Equipo de protección personal-Selección, uso y manejo en los centros de trabajo, describe algunos tipos de guantes los cuales se describen a continuación:

  • Guantes contra sustancias químicas: para riesgo por explosión o contacto con sustancias químicas corrosivas.
  • Guantes dieléctricos: protección contra descargas eléctricas. Considerar que son diferentes guantes dependiendo de protección contra alta o baja tensión.
  • Guantes contra temperaturas extremas: riesgo por explosión a temperaturas altas o bajas.
  • Guantes: hay una gran variedad de guantes, tela, carnaza, piel, PVC, látex, entre otros. Dependiendo del tipo de protección que se requiere, actividades expuestas a corte, vidrio etc.
  • Mangas: se utilizan cuando es necesario extender la protección de los guantes hasta los brazos.

Los guantes de advertencia deben almacenarse adecuadamente y sustituirse periódicamente. El caucho natural y artificial se descomponen a lo largo del tiempo y pueden no proporcionar el grado adecuado de protección.

A efectos de muestreo, su exposición a un producto químico debe ser breve, pero es importante comprender los riesgos y las capacidades de los guantes. Suelen utilizarse los términos siguientes:

  • Permeabilidad: proceso por el que el producto químico se desplaza a través del guante a nivel molecular. El índice de permeabilidad indica cuánto tiempo puede llevarse el guante. Los mejores son los guantes con un bajo índice de permeabilidad.
  • Penetración: – flujo neto global del producto químico por picaduras, costuras u otras imperfecciones del guante.
  • Degradación: – deterioro de una o varias propiedades físicas del guante de protección debido a la exposición a un producto químico.
  • Tiempo de penetración: – intervalo de tiempo entre el primer contacto con el guante y la detección del producto químico dentro del guante. Esto se recoge en el gráfico de compatibilidad química. El tiempo de penetración de un guante resistente a los productos químicos debe ser superior a treinta minutos.

Por último, es importante evitar la exposición a la sustancia por descuido cuando se retiran los guantes.

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¿En qué lugares hay que utilizar la protección de las manos?

Debe utilizar protección de las manos siempre que exista el riesgo de algún tipo de lesión o enfermedad mientras realiza su trabajo.

En aquellas instalaciones comerciales en las que es obligatorio ponerse protección para las manos, lo habitual es encontrar una señal. En la mayoría de los casos, esto significa usar guantes, excepto cuando existe el peligro de quedar atrapado entre la maquinaria o si es importante conservar cierta flexibilidad de movimiento.

¿Cuáles son sus limitaciones?

Los guantes de PVC no se deben utilizar con temperaturas muy bajas porque pueden perder su flexibilidad.

Los guantes gruesos de piel o algodón pueden resultar incómodos si se utilizan durante largos periodos de tiempo, especialmente en un entorno cálido.

Los guantes no ofrecen protección a las muñecas ni a los antebrazos. En caso de que exista el peligro de que estas partes del cuerpo resulten dañadas, habrá que utilizar manoplas y meterlas dentro de las mangas de otras prendas de ropa. Así se reduce el riesgo de derrames por el brazo y hacia el interior de los guantes.

Al manipularlos, la exposición a los productos químicos debe reducirse al mínimo. Aunque la ficha de datos de seguridad recomiende guantes, estos solo le ofrecerán protección durante un tiempo limitado. El producto químico puede degradarse o impregnar el guante incluso tras un breve período de tiempo. Si no está seguro, consulte o recurra a personal cualificado o a los contratistas para la realización del muestreo.

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¿Cómo los cuido?

Para mantener los guantes en buenas condiciones suele bastar con limpiarlos y guardarlos siguiendo las instrucciones del fabricante. Las siguientes instrucciones prolongarán la vida de determinados guantes:

Guantes de PVC: deben mantenerse limpios lavando las superficies exteriores con frecuencia; si deja que se ensucien serán mucho menos eficaces.

Los guantes de caucho natural (látex) se estropean fácilmente. Evite que entren en contacto con aceites, grasa, aguarrás u otros disolventes. Asimismo, deberá:

  • lavarlos con agua jabonosa si se han utilizado para manipular ácidos o álcalis fuertes;
  • guardarlos en un embalaje sólido, en un lugar fresco y seco, cuando no los use;
  • compruebe que sus manos estén limpias y secas antes de ponérselos;
  • lave el interior con frecuencia con agua jabonosa y deje que se sequen bien; y
  • no se los ponga durante más tiempo del estrictamente necesario.



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