ELIGE LA MICA DE LENTES MÁS ADECUADA
Que los ojos son una de las partes del cuerpo humano más
sensibles es obvio, pero como todas las obviedades a veces es fácil olvidarnos
de ello. La posibilidad de perder la vista debería bastar para que cuidar de
estos órganos vitales fuese una prioridad, no solo en la vida laboral, sino en
la cotidiana. No cabe duda de que es en la primera dónde los ojos se pueden ver
sometidos a situaciones más peligrosas, y para evitar problemas están los
lentes de seguridad.
Estos elementos de protección visual son un complemento de
seguridad básico en muchos entornos laborales. Por ejemplo, en sector sanitario
protegen de bacterias o agresiones químicas que también se producen en el
ámbito de las empresas químicas o de limpieza. Unos buenos lentes de seguridad
pueden mantener alejadas las chispas, si se trabaja en una siderurgia, o las
astillas si se está en el sector maderero. Pintores, soldadores, jardineros,
carpinteros y en general cualquier trabajador al que la lógica le lleve a
pensar que sus ojos pueden correr peligro deben usarlas.
No hay excusa para no ponérselas y más cuando olvidarlas
puede conllevar la pérdida total o parcial de la vista, o una lesión de por
vida que nadie desea. Pero ¡cuidado!, no se te ocurra utilizar los lentes de
uso diario como elementos de protección, porque no sirven y puede ser
peligroso. Hay diferencias. Por ejemplo en los lentes de seguridad, los marcos de los cristales son más
rígidos y se han diseñado para que no se desplacen y dañen los ojos. Sus
cristales también son más resistentes a impactos y golpes. Así, si un objeto de
tamaño considerable impacta contra la cara de un trabajador, los lentes de
seguridad están diseñados para no hacerse añicos, algo que sí ocurriría con uno
de uso diario.
A la hora de elegirlas, hay que tener en cuenta la labor que
desempeñamos. Hay estilos muy variados, aunque su objetivo siempre es el mismo:
mantener los globos oculares a salvo. Y si se trabaja al aire libre es
importante que tengan protección contra los rayos UVA. En todo caso, no se
deben perder de vista los riesgos propios de cada puesto de trabajo. En otras
palabras, no serán iguales las de un carpintero que las de un soldador, ni las
de un médico y las de un pintor.
Para elegirlos debemos conocerlos, por eso a continuación te
mostramos los tipos de micas que existen y los beneficios que te brinda cada
una para que la próxima vez que compres unos estés seguro que son las que necesitas.
La conservación debe realizarse de acuerdo con las
instrucciones del fabricante y si se detecta alguna irregularidad deben ser
sustituidas. Evidentemente si la visión es borrosa o distorsionada, debe ser
puesto en conocimiento del encargado y, como precaución, es recomendable someterse
a, al menos, una revisión ocular al año. Aunque suene a tópico, los ojos ni se
sustituyen ni se suelen regenerar, así que, en todos los entornos, mejor
extremar las precauciones.
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