USO Y MANTENIMIENTO DE BOTAS INDUSTRIALES Y CALZADO DE SEGURIDAD
Es muy común que al comprar botas industriales o calzado de
seguridad industrial no sepamos exactamente cómo hacer que duren el mayor
tiempo posible.
Normalmente después de usarlos en el trabajo, no les damos
el mantenimiento preventivo correcto. Esto no sólo puede ocasionar su desgaste,
sino que puede poner en riesgo las características de seguridad que el calzado
ofrece por norma.
Si las botas o el calzado presentan fallas en la suela, la
punta de acero o poliamida se encuentra deteriorada, es recomendable se deje de
usar de inmediato y mandar a reparar o sustituir el calzado.
Aquí te compartimos nueve puntos que se necesitan hacer para
alargar la vida de las botas industriales y el calzado de seguridad industrial.
1. Manténgase en un lugar fresco y seco
Todo calzado protector debe mantenerse limpio y seco cuando
no se usa. Sin embargo, no deberá colocarse demasiado cerca de una fuente de
calor para evitar un cambio demasiado brusco de temperatura y el consiguiente
deterioro del cuero.
2. La piel o cuero no debe ser usada por varias personas
Los artículos de cuero se adaptan a la forma del pie del
primer usuario. Por este motivo, al igual que por cuestiones de higiene, debe
evitarse su reutilización por otra persona.
3. El zapato de plástico o hule debe ser limpiado y
desinfectado con frecuencia
Las botas de PVC, caucho o de materia plástica pueden ser
reutilizadas previa limpieza y desinfección, en ese caso llevarán una
indicación sobre la necesidad de desinfectarlas. Cuando varias personas
comparten las mismas botas hay que organizar la desinfección sistemática entre
usos para evitar la transmisión de infecciones de los pies. El uso de botas o
zapatos excesivamente apretados y pesados favorece la aparición de micosis en
los pies.
4. Un buen calzado debe ser ligero (menos de 2 kg) y la
primera característica a notar es la comodidad
El éxito de cualquier calzado protector depende de su aceptabilidad,
un hecho que ahora se refleja de forma generalizada en la muy superior atención
que se presta al diseño. La comodidad es una cualidad irrenunciable, y el
calzado debe ser todo lo ligero que permita su utilidad. Deben evitarse los
zapatos que pesen más de dos kilogramos el par.
5. Es recomendable probar diferentes modelos antes de elegir
Conviene probar distintos modelos de calzado y, a ser
posible, anchos distintos. La horma del calzado varía más o menos de un
fabricante a otro y dentro de una misma colección. En el caso, por ejemplo, de
que una puntera de seguridad resulte demasiado estrecha, basta a menudo con
cambiar el número o la anchura del modelo.
6. La comodidad se puede incrementar mediante:
La incorporación de almohadillado en la zona maleolar, el
relleno de la lengüeta, un tratamiento antimicrobiano.
7. La transpiración del pie es normal y alternar dos pares
de calzado es la mejor opción
La transpiración de los pies no está relacionada
específicamente con la utilización del calzado de uso profesional, sino que
aparece con todo tipo de zapatos o botas. Como medida de higiene diaria deberán
lavarse los pies y cambiarse los calcetines. Es de desear también el cambio de
calzado, ya que en casos de transpiración considerable puede ocurrir que el
sudor absorbido por el calzado no se elimine durante el tiempo de descanso. Por
consiguiente, se recomienda cambiar cada día de calzado; por ejemplo, utilizar
alternativamente dos pares de botas o zapatos.
8. El tratamiento antimicrobiano viene de fábrica, sin embargo,
aplicarlo durante la vida del calzado ayudará a conservarlo mejor
El sudor del pie tiene un olor desagradable debido a la
descomposición de las bacterias y contribuye, además, a la destrucción rápida
del interior del calzado. Se puede evitar la aparición de bacterias y hongos
mediante un tratamiento antimicrobiano efectuado bien en el momento de la fabricación
del calzado, bien de modo regular durante su utilización.
9. Buena práctica: utilizar productos de limpieza para
calzado
Utilizar los productos de limpieza corrientes
que se hallan en el mercado, los cuales resultan en general adecuados para los
artículos de cuero utilizados en medio muy húmedo como, por ejemplo, en la
construcción. Resulta deseable la utilización de productos de mantenimiento que
tengan también una acción de impregnación hidrófuga. Incluso el cuero de mejor
calidad acabará perdiendo sus cualidades si no se mantiene correctamente.
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